sábado, 9 de febrero de 2019

Escritura Expresiva #22: intentando tomarme las cosas con calma




Las oportunidades. Buenas o malas. 

Me acuerdo que mi profesora de escritura creativa me contó una vez que pasó por un descampado que tenía un cartel y en él se leía: vendo oportunidades. 
Me dijo que le parecía gracioso y fascinante al mismo tiempo.

Admito que me reí. 

Y así como están las oportunidades, también existen las decisiones que se tomarán para dicha oportunidad. Si es buena, si es mala, si nos conviene o no. 

Nos les digo que tuve muchas, pero se me ocurrió hablar de esto porque tengo muchos problemas en cuanto a la confianza en mí misma y como puedo enfrentarme a las cosas que nos trae la vida que pueden hacer que tomemos decisiones buenas o malas. Hay caminos diferentes para todo y yo decidí el mío. 

Tomarme un descanso.

A veces, cuando alguien me hace saber algo que yo no vi a primera vista, me quedo pensando en ellos por mucho tiempo e incluso reflexiono al respecto. Y una de mis amigas me hizo saber que desde agosto que estoy escribiendo sin parar y que si realmente necesito un descanso, entonces debería hacerlo.

Sí, estamos hablando de las escritura y los libros y los problemas que trae estar en un estado de bloqueo absoluto. 

El tema es que tenía a varias personas a las cuales quería mandarles mi manuscrito (de un libro nuevo) y no tengo el coraje suficiente como para hacerlo. Obvio que, siempre que entregamos algo nuestro, existe esa incertidumbre, ese miedo, de no saber lo que ocurrirá después.
Otra vez, sea bueno o malo, todo se basa en las decisiones que uno toma. 

No lo sabemos hasta que lo intentamos. 

Así que eso es justamente lo que voy a hacer. Tomarme las cosas con calma. Tomarme un descanso y pensar cuáles son mis siguientes pasos respecto a la edición de la novela y escribir el siguiente libro.
Creo que hasta que no edite el primer tomo, no voy a ser capaz de continuar, incluso cuando ya tengo todo lo que quiero y necesito que ocurra. Son pasos que necesito tomar. 

Este tiempo de reflexión me hizo darme cuenta de lo poco que tomo en cuenta todo el trabajo que hago, dejándolo como insignificante, porque puede haber algo más grande esperándome. Todo es una práctica- Escribir es un juego y un aprendizaje. 
Pero también es saber cuándo trazar la linea entre cuidar lo que estamos creando y aprender que el descanso de la mente es clave para no agotarnos y poder seguir creando.

Supongo que también hay que aprender a apreciarnos y no ser tan duros con nosotros mismos. 






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