hola. nos volvemos a encontrar.
Siento que febrero pasó entre lento y rápido. Algunas veces los días se movían, calurosos y sin sentido, rápidamente hacia la noche y, en otras ocasiones, las horas se movían a paso de tortuga y mi desesperación para que comenzara el siguiente día se hacía presente. No tengo idea de por qué esperaba al día siguiente, si las cosas iban a seguir igual. Supongo que no tengo una buena explicación.
Intenté muchas cosas para mantener la mente enfocada, desde comer mejor hasta hacer ejercicio todos los días, algo que ya se instaló en mi rutina y me ayuda a dormir mejor, a pesar de tener el teléfono en la cara todas las noches antes de cerrar los ojos.
Borré las aplicaciones de mi teléfono que ya no me causaban alegría, como Instagram y Twitter, solo para ver cuánto tiempo aguantaba sin ellas. Puedo confirmar que sigo viva después de tres semanas. (update: me volví a descargar Instagram ayer)
Me puse a leer y terminé tres libros. Admito que pudieron haber sido más, pero como no me metí presión, pude disfrutar y tranquilizarme.
Me metí a la pileta por primera (y única) vez desde que empezó el verano.
Dejé de escribir por todo el mes. No fue una tortura.
Me relajé y al mismo tiempo empeoré, porque las cosas que ya vivían tan libremente dentro de mi cabeza se apagaron y se volvieron otra cosa. No tuve tiempo de ponerme a pensar sobre mis personajes, ni trabajar en proyectos antiguos. No hice nada. Lo apagué por completo. Pero con eso llegó la tristeza y los largos días en cama, sola, mirando el techo.
Descubrí que me gusta mucho el K-Pop, aunque sea tan cliché decir esto hoy en día. (En realidad, esto lo sé hace más de un año, pero lo reencontré cuando empecé a escuchar otras bandas)
Pero también aprendí algo.
Tomarse tiempo libre es tan lindo como es una tortura.
Al menos para mí.
No sé si tengo ganas de volver a escribir ahora que me relajé demasiado, pero lo voy a intentar y lo voy a lograr.
Ahora que estoy por empezar la facultad nuevamente, quiero concentrar mi mente en otra cosa, para ser más responsable y decirle adiós al verano. Voy a ver cómo hago para meter la escritura entre el caos que va a ser mi vida ahora, pero estoy dispuesta a averiguarlo.
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