Cada historia necesita un héroe.
Cada historia necesita un villano.
Cada historia tiene un secreto.
Wink es la extraña y misteriosa vecina, con pelo rojo salvaje y pecas. Poppy es la matona rubia, la hermosa y manipuladora abeja reina de la escuela secundaria. Midnight es el chico dulce e inseguro atrapado entre ellas. Wink. Poppy. Midnight. Dos chicas. Un chico. Tres voces que irrumpen en la página en capítulos cortos, afilados, hechizantes, y avanzan en espiral de manera rápida e inexorable hacia algo terrible o complicado o tremendo.
¿Qué es lo que realmente sucedió?
Alguien lo sabe.
Alguien está mintiendo.
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Este libro es absolutamente hermoso.
Hay muchas cosas amé de esta lectura; tanto el hecho de que quería seguir y seguir leyendo sin parar, hasta enamorarme inmediatamente de la escritura y la manera en la cual esta historia esta contada.
Básicamente nos cuenta que todos somos buenos, malos, mentirosos. No hay un punto intermedio cuando se trata de humanos. Todos tenemos esa pizca de algo, incluso aunque queramos negarlo.
La oscuridad y la luz y lo extraordinario se juntan en las miradas de Wink, Poppy y Midnight.
Los personajes son tan complejos como son normales.
Los llegas a querer de una forma extraña, ya que son adolescentes indecisos y maravillosos que tienen todo y nada en ellos. Se resguardan de los peligros y guardan secretos que ellos saben son importantes no contar.
Me pareció que era imposible odiar algo del libro, porque no contiene ningún factor que me hiciera odiarlo. La poesía de las palabras y el ritmo de la historia es precioso y oscuro a su manera y es maravilloso.
Definitivamente es mi nuevo libro favorito.
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¡Gracias por leer!
Sofía
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