Bienvenidos a otra entrada de mi mundo y mis inspiración para escribir.
Hoy les quería contar un poquito lo que yo voy pensando, las ideas que tengo y como me van surgiendo a medida que desarrollo un libro, relato. Mayormente relatos.
Los días pasan. Mis ideas se desarrollan a partir de algo que me pasa o algo que me llama la atención en el ambiente en el cual me muevo. Es inspiración ver el cielo, las nubes. Quizás entre todo eso se pueda comenzar a crear algo pequeño que luego hace el efecto bola de nieve y crece y crece, convirtiéndose en algo grande, que luego necesita un poquito de ayuda para mejorar.
Durante las últimas semanas, y con la ayuda de mi mejor amiga Mariel, estuve creando los nuevos escenarios para mi libro. Si bien no tengo nada publicado y es mi sueño comenzar de a poco, creando mundos en los que la gente quiera quedarse tanto como quiera el releer las páginas, lleva tiempo y es un proceso que estresa, incluso siendo algo que amo con todo.
Tuve mucha inspiración los últimos días también, escribiendo un capítulo tras o otro y ya voy por el diez. Todavía no les quiero contar sobre mi proyecto actual, ya que hace cinco años que los estoy perfeccionando y quiero tener el libro terminado (lo cual espero que sea pronto, pero, como todo, lleva tiempo) antes de contarles lo que estoy creando. Estoy orgullosa de ello, sin embargo.
Las ideas pueden ir y venir. No es necesario quedarse todo el día escribiendo. Hay muchos autores que lo hacen y me parece genial, pero yo no puedo. Ya sea porque pierdo la concentración muy rápido o que me canso de siempre estar dando vueltas alrededor de lo mismo.
Hay veces que hay que tomarse un descanso del mundo de fantasía en el cual me instalo y no salgo hasta que escribí durante dos horas seguidas. A veces habiendo escrito solo dos capítulos.
Suele sucederme que no puedo desarrollar en el papel lo que estoy viendo en mi mente.
Y no se preocupen. Eso pasa mucho.
Quizás es porque no estoy en el momento correcto para escribir o quizás necesito salir a tomar un poco de aire, ver otras cosas además de la computadora.
Distraernos con un libro o tomar un té.
Cinco minutos de paz sin pensar mucho.
O una hora pensando qué es lo que vamos a hacer en el siguiente capítulo.
A pesar de que estas cosas son muy comunes, las idea siempre van y vienen.
Me ha pasado de estar lavando los platos y tener la mayoría de las ideas organizadas y listas para ser escritas. Me ha pasado de no escribir nada en semanas.
Y así de nuevo.
Es todo un proceso, del cual hay días que se puede sacar mucho jugo y hay otros que simplemente me parto la cabeza pensando cómo hacer que mi personaje diga unas cuantas líneas de dialogo a otro.
Es complicado, pero no imposible.
Te aconsejo que, si estas en el medio de escribir algo y no encontras la inspiración, no desesperes.
Ya va llegar sola.
***
¡Espero que les haya gustado y nos leemos en la próxima entrada!
Sofía
No hay comentarios:
Publicar un comentario