Cuando se trata de tocar la batería, Leah Burke suele tener buen ritmo, el tiempo es como su especialidad. Pero en su vida personal las cosas suelen ir a destiempo.
Leah, una anomalía en su grupo de amigos, es la hija única de una joven madre soltera, y su vida es sin dudas la menos privilegiada. Le encanta dibujar, pero se siente demasiado cohibida para mostrar sus creaciones. Y a pesar de que su madre sabe que es bisexual, ella aún no ha podido reunir el coraje para contárselo a sus amigos, ni siquiera a Simon, su mejor amigo abiertamente gay.
De modo que Leah, en realidad, no sabe qué hacer cuando su sólido grupo de amigos comienza a resquebrajarse de formas inesperadas. Con el baile de graduación y la universidad asomándose por el horizonte, la tensión crece cada vez más. Para ella es difícil dar con la nota correcta cuando la gente a la que quiere está sumida en conflictos, en especial, cuando se da cuenta de que tal vez quiera a una persona más de lo que alguna vez había pensado.
Leah, una anomalía en su grupo de amigos, es la hija única de una joven madre soltera, y su vida es sin dudas la menos privilegiada. Le encanta dibujar, pero se siente demasiado cohibida para mostrar sus creaciones. Y a pesar de que su madre sabe que es bisexual, ella aún no ha podido reunir el coraje para contárselo a sus amigos, ni siquiera a Simon, su mejor amigo abiertamente gay.
De modo que Leah, en realidad, no sabe qué hacer cuando su sólido grupo de amigos comienza a resquebrajarse de formas inesperadas. Con el baile de graduación y la universidad asomándose por el horizonte, la tensión crece cada vez más. Para ella es difícil dar con la nota correcta cuando la gente a la que quiere está sumida en conflictos, en especial, cuando se da cuenta de que tal vez quiera a una persona más de lo que alguna vez había pensado.
*Gracias a gentileza de Puck Latinoamérica por el ejemplar y por organizar la lectura conjunta*
Bueno, comencemos con este libro.
Creo que no está demás contarles que no suelo leer esta clase de libros. Digamos, los contemporáneos LGBT no están en mi radar, a menos claro que se trate de una historia donde las parejas ya están establecidas o hay algo en concreto armado.
Pero las historias sobre inseguridades y sobre tener miedo de que nuestros amigos se enteren de que nos sentimos diferentes es algo viejo y que ya no me entretiene.
Habiendo dicho eso, sí, me gustó Leah a Destiempo, porque fui sin expectativa alguna y me encontré con personajes que me gustaron, pero por el otro lado, hubo situaciones en las cuales no me identificaba o no me sentí reflejada, entonces la lectura se volvía complicada.
No es que esté en contra de los libros LGBT, para nada. Solo que, después de haber leído una cierta cantidad de ellos, ya me parece que la mayoría son sobre lo mismo.
Así como digo esto, también hay historias de secundaria que me caen mal por ser lo que son: un drama eterno sobre a dónde irán cuando vayan a la universidad y si se van a ver, o si es posible una relación a distancia. Cosas que a mi no me pasaron y que tienen un toque más Americano que Argentino, obviamente.
Creo que lo que más me molestó, fue el hecho de que se sentía como una historia de relleno y no como algo que se tendría que tomar en serio. Además tuve ciertos problemas con la protagonista, pero eso lo dejamos para otro día, porque no quiero amargarlos con mis comentarios.
En fin, no tengo mucho más para decir más que decirles que si disfrutan estos libros, entonces les va a encantar. No fue mi caso, pero comprendo por qué a otras personas les podría gustar.
¡Muchas gracias por leer!
